jueves, 25 de noviembre de 2010

Sobre cerrado


Esta es una escritura que parecería estar destinada a quedar sellada en un sobre cerrado. Pero algo no anda bien. Originalmente fue escrita a lápiz y mano alzada. Me cuesta hacerlo en tinta, no sólo por la imposibilidad de la corrección limpia, sino por la rigidez que representa, estática, definitiva. No así el texto grafitado, que de por sí plantea una inminente pérdida de legibilidad (por lo tanto de contenido) si no es debidamente conservado.
Una necesidad básica de conexión ha hecho que mutara digitalmente a esta pantalla. Curiosamente, lejos de su destino “formato carta”, navega ahora por el aire cibernético a la espera de algún lector empedernido que le dé un espacio dentro de la intelectualidad del ocio y la traduzca, con su comprensión de las cosas, en una forma de subjetividad.
Pero ¿qué dice este texto, qué pretende agregar a todo lo ya escrito?
Nada, a todo lo ya escrito, nada.
Dice o refleja lo que alguien necesitó apalabrar y capturar en el momento que decidió hacerlo; para que envejezca, para que reciba las consecuencias del paso del tiempo, buscando trascendencia, como lo hacen todos los que necesitan navegar por los satélites y redes digitales, encontrando textos como éstos, estériles, con la capacidad de ilusionar un contenido.
(¿Esto provocarían los sobres cerrados enviados a tu nombre?)

No hay comentarios:

Publicar un comentario